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Foto del escritorRevista Adynata

Radio-grafía de la pobreza / Georgina Milei - Santiago Samara- Sebastián Salmún

Texto presentado para el espacio de Hablas coloniales en las Jornada Grupos II 2019 “Hablas del Capital, hablas patriarcales, hablas emancipatorias, hablas coloniales.”



Radiografía de la pobreza es un título no elegido al azar. Resuena en él el texto de Ezequiel Martinez Estrada llamado Radiogragía de la Pampa. Este, afirma Christian Ferrer en su prólogo, “implica el registro de un estremecimiento”.


Entre líneas buscamos reflexionar sobre la pobreza y su relación con la Psicología ¿Escuchar la pobreza en la facultad de psicología de una universidad pública? Pregunta inquietante, urgente, dramática, quizás desmesurada, tal vez, a destiempo. Sin embargo, la presencia de “la pobreza como campo de acción clínica” (Ulloa, 2012: 209), enseña Ulloa, no captura solo a un segmento de la población sino que “desparrama” el empobrecimiento, como si fuera una enfermedad voraz y persistente, en las instituciones mortificadas (y mortificantes) de la vida pública Argentina. Hospitales, cárceles, escuelas, juzgados, institutos, hogares, comedores barriales, paradores, etc. padecen la enfermedad del empobrecimiento cuyos dolores anuncian la carencia de recursos económicos ensambladas a las carencias de conceptos.

¿Y la invención universitaria? La labor actual y potencial que circunscribimos en las aulas de la psicología ¿Acaso está obligada a decir algún texto acerca de la pobreza? ¿Decimos “un hombre es pobre” o una “sensibilidad arrojada a una vida empobrecida” (Percia, 2019)? Finalmente, con la decisión tomada de hacerle lugar a quienes no tienen lugar, a aquello que carece de lugar pese a su presencia: ¿Cómo enlazar los datos duros (durísimos) de las pobrezas en la Argentina con las artesanías que requieren los hilvanes de lo común?

La pobreza habita un vacío silente, es de a momentos, abismal. Sin embargo, es audible. Ciertos rasgos que hablan en la pobreza, ciertos (poderes) de su economía también gramátical son audibles y, en consecuencia, los podemos asimilar. Y en dicha escucha, el habla colonial, entre otras, resuena como parte distintiva de su problema. Habla colonial que naturaliza el empobrecimiento, lo justifica, lo explica con razonabilidad evolucionista: 2 + 2 da pobreza. Dividido 10 para bajarla sigue siendo pobreza. Subirla + 4 - 3 ¿La modifica? “Si acá las cosas siempre funcionaron así”. Asi y asa.

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué? El habla colonial no es el mero hablar del lenguaje, es decir, el acto que pretende colonizarlo todo simbólicamente sino que es el habla que agudiza su sesgo y congela la historia de las palabras en su paradójica profecía irreversible: “siempre fue, es y será así”. Acaso el habla colonial captura las marcas de la parla universitaria: hablas coloniales quiere ¿Aulas colonizadas? Seamos justos: no siempre. Según Sanguinetti, el colonialismo es la “operación de apropiación, dominación, jerarquización y explotación de formas de vida consideradas inferiores en manos de una existencia proclamada superior” (Sanguinetti, 2019), es necesario .

Anticipado en sus balbuceos, Hegel, el filósofo alemán, observa en el Nuevo Mundo, la América “descubierta”, una “inmadurez geográfica”. Habla colonial del viejo continente hegeliano cuya dialéctica ofrece al pensamiento su inestimable fórmula (tesis, antítesis y síntesis) pero al mismo tiempo condena al “Nuevo Mundo” al lugar del “oprimido” frente al necesario lugar del “opresor”. El habla colonial que confirma el hecho político de la colonización del pensamiento y de este modo, de las vicisitudes de la pobreza ¿Acaso conviene otro nombre para las carencias? Afirma Segato que, la “construcción de retóricas” (Segato, 2018:14) fuera del campo semántico de la colonialidad contribuyen a los pueblos y comunidades a una singular constitución histórica

En términos de Barthes en la Lección Inaugural ¿Cómo realizar dicho movimiento de fuga, de astuta salida de la estrechez epistémica?¿Cómo salir de la colonia del lenguaje y de sus mecanismos de poder propios del habla europeizante? Afirma Aníbal Quijano, intelectual estudioso de las lógicas que hilan habla colonial, que esta es la engañosa apuesta a un individuo libre uniforme y que niega toda una serie de “heterogeneidades” sociales, culturales, religiosas. El resultado de esta efectiva operación bien puede llamarse empobrecimiento.

Retomemos para finalizar las preguntas iniciales. La labor actual y potencial que circunscribimos en estas aulas respecto de la psicología, de las psicologías ¿Acaso está obligada a decir algún texto acerca de la pobreza? ¿Decimos “un hombre es pobre” o una “sensibilidad arrojada a una vida colonizada y empobrecida”? La Psicología, ese saber decimonónico con el que tratamos de destrabar el álgebra de las sensibilidades a orillas del siglo veintiuno nos convoca a tratar de hacerle un lugar a aquellos que no tienen lugar, a aquello que no tiene lugar y no deja por ello, de estar presente.

Pese a la incomodidad de su forma, pese su escurridiza invalidez. Quizás podamos tomar en serio aquella idea colonizadora de “nuevo mundo” y resignificarla de modo “insurgente” (Percia, 2018), “antropófago” (De Andrade, 1928). Un “nuevo mundo” donde la cultura diga, pero no defina. Y sostener que el nuevo mundo es inmaduro, si, porque es un mundo por venir. Un mundo donde sería factible los tratamientos de las pobrezas, donde sería posible “deliberar” (Percia) el callado “escándalo de la marginación y sus miserias” (Ulloa, 2012: 209). Donde las múltiples violencias colonizadoras de los hechos y de las palabras serían criticadas con la “razón impura” de las nuevas generaciones en las cercanías y lejanías (de soledades) de los barrios, de los barros, de los pasillos, de los comedores, de los asilos de la historia.

Dice la poesía para ir concluyendo, una poesía, que agrega Sanguinetti importa un gesto anticapitalista, antipatriarcal, anticolonial (Sanguinetti, 2019):

¿Cuánta vida cabe en una puerta hecha de trapos?/Aún así....ante la hierba seca y la fruta putrefacta/ Ante las canciones gastadas y las rutas sin destino/ Delante de las estrellas, con la textura del aire que lo sabe todo /Ante el monte de un cuerpo fragmentado, /destrozado por los animales salvajes, por los órganos robados./Y por la soledad eterna en el bolsillo, /la pobreza de las cosas no lo es tanto.... y tanto y tanto”

¿Qué enuncia la voz de la pobreza? ¿Qué omite? Nuevos mundos, viejas preguntas. Viejos mundos. Nuevas preguntas. ¿Qué relación guarda con los libros que leemos y leeremos en esta facultad?


Bibliografía Utilizada

Barthes, Roland (1977). Lección inaugural. En El placer del texto y lección inaugural de la cátedra de Semiología Literaria del College de France. Buenos Aires, Siglo Veintiuno Editores, 2008.

Barthes, Roland (1970). Escribir la lectura. En El susurro del lenguaje. España, Editorial Paidós, 2007.

Percia, Marcelo (2017) Estancias en Común. Editorial La Cebra, Buenos Aires.

Percia, Marcelo (2018) Después de los manicomios. Editorial La Cebra. Buenos Aires.

Quijano, Anibal (2014) Cuestiones y horizontes. De la dependencia histórico estructural a la colonialidad/descolonialidad del poder. Buenos Aires. Clacso.

Taboas, Carmen (2019). La cita fallida 1: un continente mestizo. Una mirada con Lacan. Buenos Aires. Grama. 2017.

Ulloa, Fernando (2012) Novela Clínica Psicoanalítica., Historial de una práctica. Editorial Paidós, B s As, 1995.

Zambrano María: (1939) Filosofía y Poesía. Selección A modo de Prólogo. Pensamiento y Poesía. Fondo de Cultura México, 1996.



Douglas Peréz, El ingenio de la imaginación. 1994. Óleo sobre lienzo. 130 x 140 cm.

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Entre las figuras poéticas y retóricas, Adynata (plural de Adynaton, que suena a palabra femenina en castellano) compone lo imposible. Procura insurgencias, exageraciones paradojales, lenguas inventadas, disparates colmados, mundos enrevesados, infancias en las que “nada el pájaro y vuela el pez”.

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