Amistades del pensamiento no precisan compartir tiempo histórico o territorio físico común para entrar en conversación.
Afinidades traspasan épocas, fronteras y calendarios. Se encuentran más allá de la filialidad o la sangre. Hay quienes llaman a estas posibilidades de composición: alianzas insólitas [1].
En Materialismo aleatorio, Althusser retomando a Epicuro, retorna a la idea de Clinamen. Clinamen: posibilidad de los átomos de caer como la lluvia y, sin que se sepa cómo ni cuándo, chocar y engendrar (o no) otros mundos posibles.
Clínicas clinamen “donde se encuentran el deseo de hablar y el deseo de escuchar, aunque sucedan en cualquier parte”. [2]
Trincheras: concepto que procede de trincera, término italiano. El concepto permite mencionar al surco que se realiza en la tierra, en tiempos bélicos, para protegerse de ataques enemigos.
Quizás quede preguntarnos cuáles son los enemigos del pensar en estos tiempos que corremos ¿La costumbre? ¿el acallamiento? ¿el conformismo?¿el olvido?¿la desmemoria?¿el miedo a la intemperie del vivir?
Trincheras clínicas: como espacios, surcos, huecos que se crean para guarecerse y pensar otras vidas posibles. Guarecerse: posibilidad de defender, proteger, acoger, socorrer, amparar, ayudar, albergar, refugiarse, cobijarse, ampararse, resguardarse, esconderse de algo que despierta la percepción de un peligro.
En las trincheras en tiempos de guerra, humedades de lluvias y barro, gangrenaban los pies de quienes las habitaban ¿Cómo luchar, alojar, conmover gangrenas del pensar?
Trincheras del pensar espacios que funcionan como zonas dónde salir y entrar, forma parte del ejercicio mismo de respiración. No porque haya un adentro o afuera acabado, sino por la incomodidad que estas ideas despiertan en tanto fijezas.
Peligros Clínicos, incomodidades que no pueden siquiera ponerse en conversación, determinan silencios de ultratumba. De eso no se habla vuelve como voces de las morales de todas las épocas. ¿Qué temas no pude pensar esta época? Pensamientos gangrenados de binarismos, esencialismos, colonialismos.
Trincheras clínicas pueden funcionar como relevos del común vivir. No porque se idealice un mundo en el que vivir en común no presente conflictos, sino porque esos dolores muchas veces desgarran las buenas intenciones de lo común.
Trincheras clínicas tal vez funcionen como espacios donde tejer confianza y memoria común para pensar. Ese estar presente, aunque no se sepa cómo, en las vueltas del trapecio que invita la clínica.
[1] Concepto de mujeres creando que refiere a la posibilidad de crear alianzas con lo imposible, lo prohibido, lo inesperado.
[2] Fragmento de conversación: presentación del libro “Derechos” Marcelo Percia.
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